Maradona lo salvó del suicidio y le rindió homenaje con un tatuaje
Pedro Monzón, jugador de la Selección de Argentina en Italia 90, quiso arrebatarse la vida, pero Diego Armando lo ayudó a salir adelante.
Pedro Monzón fue parte de la plantilla que disputó el Mundial de Italia 90 para la Selección de Argentina.
Ahí conoció a Diego Armando Maradona, con quien formó una amistad que perduró tras la Copa del Mundo.
Monzón tuvo en Maradona a un salvador
Mientras el astro argentino tuvo momentos de subibaja, por las adicciones, Monzón se fue a la quiebra y perdió todo lo que había ganado como jugador.
Pese a ello, Diego siempre estuvo con él, lo acompañó en los peores momentos; incluso, lo motivó a salir adelante.
Pedro, quien hoy funge como director técnico de Argentino de Quilmes, equipo que milita en la Segunda División, tocó fondo; de hecho, estuvo cerca de suicidarse ante la desesperación que sintió por no poder sacar adelante a su familia.
"Tenía muchas ganas de suicidarme ese día y lo llame a Diego". Pedro Monzón.
pic.twitter.com/ml5wt7mEJN— Ariel M. (@_arielmayo) November 27, 2020
Sin embargo, el “Pelusa” apareció como un ángel y logró rescatar a Monzón de cometer una locura que le arrebataría la vida.
“Yo tenía muchas ganas de suicidarme, estuve por hacerlo en varios años. Me había separado, vivía en un local que tenía, estaba mal económicamente y a veces no tenía para comer.
“Buscaba excusas, pero no lo quería hacer. Tenía la pistola en la mano y no lo hacía. Un día llamé a Maradona y le dije que si no iba a verme me suicidaría”, relató.
El DT de #ArgentinodeQuilmes y exjugador del seleccionado argentino, Pedro Monzón, lució su tatuaje de #Maradona. Fue tatuado por el volante Walter Hermoso. 📷 Patricia Salas. pic.twitter.com/S3hPkAOj1I
— Fernando Martini (@FerMartini) December 7, 2020
Diego Armando evitó una tragedia; además, ayudó a su compañero económicamente, pues valoraba que su amistad por él fuera sincera.
“Le dije que mi hija había nacido hacía dos meses y no la conocía, porque no tenía plata para ir a Tucumán. Le dije que no tenía ni para ir a verla. Después de eso fui a verla, tuve para comer y un montón de cosas”, comentó.
La muerte de Maradona dejó un vacío en Monzón, por tal motivo decidió rendirle un homenaje y se lo tatuó en el brazo, un acto que hará que nunca olvide a su gran amigo.
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