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Las secuelas físicas y psicológicas confirmadas que deja el coronavirus

El COVID-19 no sólo debe ser temido a la hora de enfrentar la enfermedad en aquellos que tienen la mala suerte de contagiarse. La población mundial también debe estar precavida con las secuelas que deja la pandemia.

El coronavirus no sólo debe ser temido a la hora de enfrentar la enfermedad en aquellos que tienen la mala suerte de contagiarse. La población mundial también debe estar precavida con las secuelas que deja la pandemia.

Con afectaciones físicas como psicológicas, el COVID-19 es un rival que tarda en dejar en paz a sus huéspedes.

Secuelas de salud

Los especialistas coinciden en que algunas personas que dan positivo de coronavirus pueden tener graves secuelas de salud.

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Una de las consecuencias que puede dejar el COVID-19 es la disnea o la sensación de falta de aire que siguen teniendo algunos pacientes, aún después de ser dados de alta.

“Las secuelas también pueden contribuir a un déficit de la fuerza muscular o de la función cardiaca”, asegura el neumólogo Germán Peces Barba a la Gaceta Médica.

Mientras que en el tema neurológico, haber contraído coronavirus ocasiona la anosmia o pérdida de olfato, lo que se genera por la afectación directa del virus al sistema nervioso central.

En tanto, la cefalea, un dolor de cabeza intenso acompañado con sensación de pesadez, golpea a cuatro y seis de cada 10 contagiados.

Dificultad para andar o moverse, así como complicaciones en los ojos e inestabilidad también se han encontrado en algunos positivos.

Aunque no son constantes, también puede generar secuelas cutáneas. “La piel sufre consecuencias de la afectación vascular y se produce lo que llamamos necrosis”, dijo a la Gaceta Médica, la dermatóloga Cristina Galván.

La necrosis es la muerte de tejido corporal que puede darse desde pequeñas cicatrices, hasta en un dedo, un pie entero o una mano.

Y en un grado más grave, hasta 30% de los pacientes pueden alcanzar tromboembolismo venoso, por lo que las secuelas serían síndrome postrombótico e hipertensión pulmonar tromboembólica.

Secuelas psicológicas

En tanto, el coronavirus también puede afectar psicológicamente a las personas, sin importar si estuvieron contagiadas o no.

Desde la larga cuarentena, la pérdida de un familiar o el trauma de vivir el COVID-19 en primera persona hay muchos traumas y secuelas mentales.

Los especialistas coinciden en que las manifestaciones van desde un trastorno obsesivo compulsivo, fobias, hipocondría y otros problemas; sin embargo, lo cierto es que hay grupos más vulnerables, por lo que su impacto dependerá de la experiencia individual.

 

 

 

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